Depresión, temor, vergüenza, ira. Obsesiones con comida, dietas o la apariencia. Pecado sexual. Adicciones. ¿Ha luchado con algunas de estas? No está sola. Las muchachas están bajo más presión para verse, actuar y sentirse de cierta forma, y los resultados son vidas llenas de estrés y ansiedad. Pero no tiene porqué vivir así.Las autoras, Nancy Leigh DeMoss y Dannah Gresh dicen que las chicas luchan en estás áreas porque han creído las mentiras de Satanás, que son tan presentes en nuestra cultura.¿Por qué son tan populares estos engaños? Gresh cree que es porque hemos desistido de buscar la verdad de Dios, y hemos permitido que nuestra cultura nos moldee.Ella dice que la gente no pasa tiempo con la Palabra de Dios: “Estamos frente al televisor… las computadoras… Cuando festejan en lugares donde se presentan mentiras, no podrá saber la verdad”.
¿Está creyendo las mentiras?
En su libro en inglés, “Lies Young Women Believe” (Mentiras que creen las jóvenes), DeMoss y Gresh examinan las 25 principales mentiras que las muchachas han aceptado como realidad, y explican cómo reemplazarlas con la verdad de Dios.
En una reciente entrevista, Gresh identifica dos de los engaños más comunes que creen las jovencitas.
Mentira: Las mujeres hermosas valen más
“Soy fea” o “Soy gorda”… ¿ha pensado esto de sí misma?
Las chicas han creído cosas así durante siglos, pero su raíz es: Debo ser bella para tener valor.
“Debajo de todas esas mentiras sobre su belleza, está lo principal: No valgo porque no me veo como ‘X’ actriz”, dice. “¿Saben qué? ¡Esa actriz de portada de revista ni se ve así tampoco!” Y comenta cómo ciertas mujeres han sido criticadas por cómo alguna revista recorta sus muslos o engrandece sus pechos para darle a sus cuerpos estimulo.
“Pero porque vemos esa imagen de belleza representada diariamente como algo valioso, entonces empezamos a creer que debemos vernos así también. Las modelos mismas ni se ven así”, comenta Gresh.
Creer esta mentira lleva a las chicas a pasar hambre, comer en exceso y purgarse, o mezclarse en otros comportamientos destructivos. También puede llevar a una baja autoestima o depresión porque sienten que no dan la talla.
La verdad: Si cree esta mentira, es momento de dar un vistazo más de cerca de la Biblia. Las Escrituras dicen que usted es valiosa porque es creación de Dios, Él le ama. Él mismo da valor a nuestras vidas.
“Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!” - Salmo 139:13-14, Nueva Versión Internacional.
Aunque tenga un mal día de vez en cuando, Dios aun le considera su obra maestra. Él la creó tal como es con propósito.
Mentira: Necesito novio
¿Se siente mejor sobre si misma si tiene un novio? ¿Cree que no puede ser feliz sin un chico en su vida?
Las autoras hicieron un sondeo con mujeres adolescentes de todas las edades, tanto en escuelas cristianas como públicas, y encontraron que ésta es el área donde más luchan las jovencitas. Las muchachas muchas veces buscan la atención masculina porque eso aumenta su autoestima.
Esto es uno de los engaños más letales que podría creer, porque le puede llevar al pecado sexual.
“Es una mentira de acceso a muchos otros engaños”, explica Dannah Gresh. “Las chicas dicen: ‘Necesito tener relaciones con él para que no me deje’. ‘Puedo controlar qué tan lejos vaya esa relación’. ‘Ahora que estoy embarazada, debo casarme con él’”.
También esto lleva a jóvenes a buscar novios no creyentes, porque desean un novio con todo su ser. Sienten que no afectará nada, porque no piensan casarse con él, que sólo quieren divertirse, indica la escritora.
Pero muchas veces, sin darse cuenta, se encuentra uno en una relación seria con el joven. ¿Entonces qué? ¿Termina con el muchacho o empieza a comprometer sus valores para seguir con él?
Si no ataca esta mentira, le seguirá. Ese deseo consumidor de tener un novio, luego se convertirá en una urgencia por un esposo.
La verdad: Una persona no le puede hacer feliz. En cualquier momento que busquemos satisfacción o llenura en otra persona, nos desilusionaremos porque sólo Dios puede proveer esto para nosotras.
“¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.” - Salmo 73:25-26, Nueva Versión Internacional
¿Quiere encontrar libertad?
Es posible ser libre de estas mentiras, dice Gresh, y ofrece los siguientes consejos:
- Identificar el engaño.
Es fácil identificar los resultados de las mentiras, porque se dan como oración bloqueada en nuestras vidas, depresión, temor, o pecados habituales. Pero reconocer el engaño en la raíz de sus comportamientos puede ser más difícil. Empiece por pedirle a Dios que le muestre qué mentiras usted ha creído.
- Dejar de cooperar con Satanás.
Siempre hay una progresión para creer estos engaños, indica Gresh. Muchas veces “cooperamos con Satanás” al quedarnos pensando en la mentira y luego actuando en ella.
“Una joven puede comprar las revistas, cortarlas y pegarlas sobre su pared para ver esas modelos delgadas todos los días”, dice. “Se dice a sí misma: Voy a ser así algún día. Y entonces, ella empieza a cooperar con el engaño porque puede decir: Hoy no voy a comer. O, hoy todo lo que como lo expulso”.
Debe reconocer que se está exponiendo a alimentar esa mentira. “Satanás no tiene autoridad sobre nosotros. Entienda que él no puede encarcelarnos a menos que cooperemos con él”.
- Reemplazar las mentiras con la verdad.
La escritora recomienda también, “ir a las Escrituras y preguntar: ¿Cuál es la verdad de Dios sobre esa mentira?”.
Conforme encuentre versículos que hablen sobre eso, guárdelas en su corazón y memorícelas. Medite en ellas cuando sienta el impulso de actuar.
“Por ejemplo”, explica Dannah Gresh, “si desea comer en exceso y luego purgarse, busque en la Biblia dónde dice: ‘Dios dice que soy su princesa y Él se encanta de mi belleza’, dígase eso a usted misma. ‘Eso significa que debo ser del tamaño correcto que tengo. Él me creo perfectamente. Él me conoció en el vientre de mi madre’. Revise los pasajes, conforme medite en ellos, será libre de la mentira”.
¿En qué áreas aun estás siendo engañada?
Te retamos a tomar esta prueba. Ella debe revelarte—con ninguna certeza científica—áreas en las que pudieras estar experimentando engaño.
Seleccionando una por cada par, circula la palabra / grupo de palabras que reflejan cómo te sientes / cómo respondes la mayor parte del tiempo.
- Relajada / Totalmente estresada
- Feliz de ser soltera / Tengo que tener un chico
- Contenta de cómo luces / Fea
- Perdonada / Culpable
- Definitivamente llevo mis problemas a Dios primero / Debo pedir consejo a mis amigas
- Tengo suficientes amigas / Solitaria
- Amigable / Reflejo una actitud de síndrome pre menstrual
- Auténtica / Hipócrita
- En control de mi vida tecnológica / Me moriría sin los mensajitos Facebook y todos los demás
- Confiada en mi posición de mantenerme pura / Avergonzada de ser la única que sostenga esta posición.
- Contenta con lo que tengo / Debo comprar ahora
- Soy la misma siempre / Depende de con quien estoy
- Caminando en victoria / Incapaz de sobreponerme a ciertos pecados
- Contenta de someterme / Molesta con mis padres
- Confiada en la protección de Dios / le temo a Satanás
Ok, no se necesita ser un científico espacial para percatarse de que usamos primero algunas descripciones saludables y luego las descripciones no saludables (“Alerta – terreno minado! Estás en peligro!) ¿Cuál te inclinaste a elegir más?
“ERES UN PORTAVOZ DE LA VERDAD EN TU GENERACION”
Si vives con emociones y relaciones saludables y positivas la mayor parte del tiempo, agradece a Dios que Él te ha guardado. Pero no dejes a un lado este escrito. Puede que no estés creyendo mentiras pero aún eres parte de esta crisis. Necesitamos que te unas a nosotras para extinguir las mentiras que están incendiando tu generación.
La Biblia dice que tenemos la responsabilidad de tratar de restaurar a aquellos que se han apartado de la verdad. Dios quiere usarte a ti para revelar la Verdad a aquellos que están atrapados en la decepción. Creemos que encontrarás motivación práctica en estas páginas.
“ALERTA! CAMPO MINADO.. ESTÁS EN PELIGRO!”
Suponemos que caíste en el segundo grupo. En algún punto experimentas emociones negativas / respuestas dañinas arraigadas en mentiras que has creído (aunque puede ser que ni siquiera te percates de que son mentiras). Estás en el grupo de “Alerta.. Campo minado. Estás en peligro”. ¿Qué nos hace pensar que estás en este grupo? Bueno, hemos estado ahí. Hemos luchado con muchas de esas mismas cosas.
Sin embargo, nosotros, junto a innumerables otras personas, hemos aprendido cómo encontrar libertad de las mentiras que Satanás pone en nuestro camino. Queremos mostrarte como puedes liberarte de cualquier mentira que hayas estado creyendo. Queremos que seas libre de la depresión, la culpa, la confusión, la condenación y el desánimo que resultan de creer esas mentiras.
Si no escapas de las mentiras, puede ser que enfrentes un serio peligro—tanto inmediatamente como más adelante. Nosotros no podemos sentarnos y simplemente ver que eso pase. Así que no pretendemos andar con rodeos. Vamos a ser claros y directos contigo. Si has estado atrapada en alguno de estos engaños, se requerirá justo eso para rescatarte del Engañador.
El desafío de Santiago 5
Algunos años atrás los últimos dos versos del libro de Santiago saltaron a mi atención (Nancy) en mi tiempo devocional:
“Hermanos míos, si alguno de entre vosotros se extravía de la verdad y alguno le hace volver, sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino, salvará su alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.” (Santiago 5:19 20)
Inmediatamente supe porqué era importante que escribiera un libro llamado: “Mentiras que las mujeres creen: y la Verdad que las hace Libres”. He recibido cientos de cartas de mujeres que han leído ese libro. Ellas comparten su historia sobre las mentiras que han creído y los estragos que esas mentiras han causado en sus vidas. En muchos casos, las semillas de esas mentiras fueron plantadas por primera vez en sus mentes cuando eran adolescentes—o incluso más jóvenes.
Muchas de esas mujeres han experimentado una libertad recién descubierta a medida que han aprendido a contrarrestar la mentira caminando en la Verdad. Pero todas anhelan haber conocido la Verdad muchos años antes, antes de que esas mentiras produjeran tanto dolor. Preguntan, “¿No hay algo que pueda compartir con mis hijas adolescentes, para que aprendan la Verdad ahora y no tengan que pasar por lo que yo pasé?”
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