martes, 22 de abril de 2014

jovenes promesa

Anderlecht: Tielemans, el todo-campista del futuro

Tielemans - Anderlecht
La maquinaria estuvo parada durante décadas. No existía solución, se había estropeado, los cables no encontraban su conexión adecuada y las chispas saltaban sembrando duda en todas direcciones. La paciencia estaba al límite, el caos se apoderó de las generaciones noventeras-inicios de siglo, e incluso las decepciones dejaron de serlo ante la falta de posibilidades reales de mejora. El horno quema panecillos sin parar. Los amasaba como siempre, los calentaba a la misma temperatura pero, cuando tocaba morderlos, todos se habían quemado. Sin mecánico capaz de renovar la receta, Bélgica cayó al anonimato internacional que algún día había ocupado y que otrora repercutió en la grandeza no solo de sus selecciones, sino incluso de sus clubes. Cuando la realidad había superado negativamente cualquier pesadilla de ficción y la derrota era un automatismo irremediable, un par de atisbos en divisiones inferiores avisaron de que la solución podría estar llegando.

Gladbach: Kramer, una fotografia indispensable 


Kramer - Gladbach 2014

Las fotografías que colgaba en su pared, no tenían fin. Una habitación blanca, completamente inmaculada de muebles, de cuadros y de cualquier cosa que consumiera espacio a su única y verdadera devoción. Era un chico inteligente, muy aplicado, silencioso y en constante compañía de un aparato que, en su vida, representaba aquello por lo que realmente podría ilusionarse. Su inseparable cámara de fotos, su inseparable intención de plasmar todo aquello que hacía lucir su cabeza y su inseparable capacidad para disparar con la habilidad de quien tiene un don. Un día, decidió compartir aquél sueño profesional con el de la pelota, que le había conseguido colocar ya como uno de los chicos más interesantes de la nueva oleada de jóvenes del fútbol alemán. Agarró el foco, agarró el balón y buscó fotografiarse en cualquier contacto, movimiento, giro o lanzamiento. Quería retratarse a sí mismo, quería ver cómo ambas líneas de vida, tomaban fuerza unidas bajo su inspiración. El resultado fue negativo. No le convenció, le horrorizó y le avergonzaba verse como protagonista, por lo que decidió seguir tras el objetivo tanto en la fotografía como en el fútbol. Hoy, Christoph Kramer ya es profesional. Responde al perfil de futbolista determinante y de fotógrafo juicioso, pero ante todo, de una persona que se siente mejor bajo el protagonismo de otros para ser eficiente 100%.


Mangala - Porto

La naturaleza otorgó al fútbol la capacidad de apasionar. No solo gritar, reír, soñar, llorar o saltar como si del último suspiro de vida se tratara, sino de convertirlo en una válvula de escape social. El instrumento para responder ante batallas globales en el césped y de reivindicar ante los ojos de un mundo que mira desde cualquier punto de un televisor planetario. Y el máximo, el espasmo más poderoso, el momento álgido de toda manifestación deportiva, siempre fue el gol. Ese instante, ese asombro, ese desequilibrio que, convertido en arte, acaba por hacer perder la razón al científico más sereno. El gol se transforma en sensaciones, produce reacciones inmediatas y profundiza en quienes se sienten identificados con los colores del que celebra. El gol se pagó, se paga y se pagará más caro que cualquier otro brillo o talento existente, pero las variaciones tácticas y el renovado entramado esquemático del fútbol moderno, han ido reconvirtiendo esas sensaciones. Tanto, que aquél que impide desatar pasiones y frena los alborozos de quienes pagaron la platea, es hoy recompensado por limitar el espectáculo. A menos brillo, más revalorización. A menos creatividad, más solidez. A menos goles, más defensas
Es por ello que lejos de preocuparse por acumular desequilibrios en labores ofensivas que pueden desencajar cualquier partido y lejos de entrar en batallas comerciales con inversiones inalcanzables para encontrar esa perla diferencial, muchos clubes han apostado por relanzar su base defensiva.

Basilea: Mohamed El Nenny, talento Port Said


Mohamed El Nenny - Basel
Jamás había temido tanto por mi vida. Venían a buscarnos, nos amenazaban desde las gradas durante el partido y, nada más terminar, corrieron tras nosotros con cuchillos. Es imposible hacer comprender la magnitud de altercados así, más aun cuando se han perdido vidas en una lucha absurda”.

Borussia Dortmund: Milos Jojic, lecturas imaginativas 


 Jojic - Borussia Dortmund
Sonreía, sonreía y sonreía. Los niños de escuela se reían de él y sus padres le pedían por favor que no fuera tan expresivo con su boca. Pero su personalidad alegre y entusiasta, le impedían pensar en aquellos consejos y en las irónicas bromas de sus compañeros. Unos incisivos muy impactantes para su pequeña edad y unos dientes prominentes, habían generado incluso timidez en sus familiares y amigos, aunque cuando el niño de la casa notó que aquello podría convertirse en un problema, apareció su abuelo para solucionarlo como solo la experiencia sabe hacer. “Zeka, Zeka, Zeka” (“liebre, liebre, liebre”). Aquél extraño apodo, recordando al animal cuyos finos y afilados dientes son su seña de identidad, iban a acompañar toda la infancia de Milos Jojic, pues el más anciano de la casa, había decidido agarrar el problema por los cuernos y asumir sus llamativos dientes como una muestra de paz interior y transparencia absoluta. Desde esa mañana donde un golpe cayendo al suelo le hizo sangrar, el pequeño serbio entendería que ante los problemas, solo hay una solución eficaz, intentar superarlos sin miedo.

Aaron Johannsson 

Todas las grandes potencias futbolísticas han granjeado durante su historia unas premisas y unas bases casi exclusivas e identificativas conforme a su estilo o interpretación del juego. No únicamente referido al talante de agresividad, alegría, intensidad, relajación o solidez que bien pudieran igualmente establecer diferencias nacionales y hasta continentales, sino conforme a posiciones determinadas en el terreno de juego. Los carrileros brasileños con su facilidad para incorporarse con peligro al ataque, los mediocentros españoles para elaborar y crear asociaciones determinantes, los extremos holandeses para romper con desbordes desde la línea de cal, los enganches argentinos que desequilibran con talento entre líneas o los centrales italianos y su desarrollado sentido táctico. Y allí, pese a su creciente cultura futbolística, aún no hay rastro que adivine la presencia de alguna lectura estadounidense, adoleciendo todavía de un rol concreto que identifique cuáles son sus principales virtudes en el césped.

Emre Can - Leverkusen

Una perfecta lectura de cada movimiento actual y futuro, una claridad de imagen nítida para automatizar cada posibilidad en segundos y una ejecución determinante con la habilidad de quien se siente dominador. El ajedrez es la práctica ‘deportiva’ de mayor salud mental, capaz de aglutinar en cada decisión un sinfín de alternativas y acumular sensaciones mentales-psicológicas como pocas actividades competitivas requieren. Preguntando uno a uno a los mejores del mundo, la gran mayoría de ajedrecistas admiten que su gran deseo sería que, en mitad de una partida importante, algunas de sus piezas tuvieran aptitudes conforme a la necesidad del momento. Es decir, que un caballo actúe de reina, que un peón se mueva como un alfil o que el rey no sea puesto en peligro por gozar de una defensa impenetrable.




No hay comentarios:

Publicar un comentario